viernes, 1 de junio de 2012

La poesía en el siglo XVIII



La poesía de la primera mitad del siglo también es una continuación de la lírica barroca del siglo XVII. No es hasta la segunda mitad de siglo cuando se produzca el triunfo definitivo del arte neoclásico, con una poesía equilibrada y de formas correctas que evita los excesos de la fantasía y de la confesión sentimental.

Las fábulas de Samaniego y de Iriarte

La confluencia entre la literatura, el didactismo y la crítica se percibe en un género muy característico de la época: la fábula. destacan entre sus cultivadores Félix Samaniego y Tomás de Iriarte.
  • Samaniego fue un profundo conocedor del pensamiento ilustrado y un admirador de los autores clásicos del género: Fedro, Esopo y la Fontaine. Por ello escribió las Fábulas morales con el fin de ridiculizar efectos humanos como la ambición o el orgullo. La ironía y el humor incisivo son características forman parte de la tradición popular. Destacan La lechera y La cigarra y la hormiga.

  • Las Fabulas literarias de Tomás de Iriarte presentan mayor variedad métrica y recoge moralejas sobre las preocupaciones estéticas de la época, convirtiéndose en verdades preceptivas del Neoclasicismo. Tratan sobre la utilidad e las reglas, la conveniencia de estudiar los grandes clásicos, la importancia de unir lo útil con lo estético y la necesidad de escribir en un estilo claro y sencillo.
FÁBULA DE SAMANIEGO: LA CIGARRA Y LA HORMIGA

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario